lunes, 23 de mayo de 2011

Capitulo XIV: 50 Aniversario Clínica Mental 1980

50 Aniversario de Clínica Mental,
En la celebración del aniversario el presidente de la Diputación y el Diputado de Sanidad dieron conocimiento de la historia de la Clínica, y encargaron a la comisión del cincuentenario redactaran los datos más relevantes de la evolución desde su fundación. Documento que se puede ojear en el lateral derecho.
Clínica Mental siendo su Fundador Dr Busquets Teixidor
El 1 director medico que va diriguir la C M Dr Parellada
El primer presidente de la Diputación de Barcelona que conocí Juan Antonio Samaranch Torelló En 1973 fue nombrado presidente de la Diputación Provincial de Barcelona. Desde la recuperación de la democracia en España, seguidos de, Francesc Martí i Jusmet, Antoni Dalmau, Manuel Royes, José Montilla, Celestino Corbacho Chaves y Antonio Fogué Moya.
Este fue un año y los sucesivos de los 80 a sido y fueron acontecimientos en lo tratante al trabajo con cierto grado de coherencia de futuro, estábamos en los hilvanes de la democracia todo el mundo exponía sus inquietudes, aunque más bien eran represiones contenidas, no obstante gracias a esos movimientos de los trabajadores en huelgas simbólicas ½ hora de descanso entre turnos en las palmeras enfrente de la dirección de gerencia, conseguimos echar los muros abajo del geto de Clínica Mental y abrir nuevos horizontes entre ellos poder formarnos, trabajar y desarrollar funciones de equipo dentro y fuera en la comunidad,
Hacia la desmasificación de los hospitales psiquiátricos
Sectores próximos a Franco Basaglia, de su obra más divulgada “La institución negada”, ponía una piqueta en la eficacia terapéutica del hospital psiquiátrico, calificándola de institución retrograda y cronificante. Ducunent lateral
            A partir del 1980 se inició un proceso tendente a reformar la atención que se prestaba a los enfermos psiquiátricos. Basado en un primer eslabón, la asistencia primaria, lo que se conoce por C.A.P. en Salud Mental en Catalunya, en definitiva viene a cubrir objetivos, el atender ala demanda allí donde se produzca la vez llevar el seguimiento de esa atención en caso de precisar hospitalización y colaborar en la resolución de aquellos enfermos, que con la ayuda terapéutica pueden dejar el hospital.
Experiencias en la Comunidad
En Catalunya en 1980 se iniciaron las experiencias de instalar módulos de profesionales fuera de los hospitales. Fue posible que los Auxiliares psiquiátricos formásemos parte de estos equipos. A la experiencia de los C.A.P. en S.M., se sumaron los hospitales de día, en donde los Auxiliares tuvimos un puesto de trabajo de pleno derecho.
La asistencia terciaria
            Se considero la rehabilitación personal y la reinserción social de enfermos mentales como objetivo fundamental de un programa terapéutico global diseñado para pacientes internados en las unidades asistenciales de media y larga estancia.
            Como auxiliares Psiquiátricos nos hemos venido cualificando de “terapeutas de la vida cotidiana”.
            Lo importante era estar en lo que se llamaba “la movida”, ser reconocido profesionalmente. Asií pudimos vincularnos a profesionales de otros estamentos para formar un equipo multidisciplinar y crearnos un espacio nuestro que aparte de unos rasgos comunes a todos los Auxiliares, tuvo un toque personal de aquello que fuimos capaces de hacer.
En esa época fue posible que los auxiliares psiquiátricos formásemos parte de estos equipos. A la experiencia de los C.A.P. en S.M., se le sumaron los Hospitales de Día, en donde los auxiliares tenían un puesto de trabajo de pleno derecho. Pero como decíamos anteriormente los bajos presupuestos llevaron a los gestores de los respectivos centros a buscar profesionales cuanto más capacitados mejor, pero siempre dentro de la categoría de auxiliares psiquiátricos.
Hay que partir del hecho de que el hospital psiquiátrico, el manicomio, no surgió históricamente como una institución sanitaria destinada al tratamiento de los denominados enfermos mentales, si no que desde siempre fue, y sigue siendo en gran parte, una institución creada para controlar y recluir a determinados individuos con conducta socialmente desviadas, un lugar para la exclusión de la locura, para su neutralización y corrección. Su función primordial ha sido tradicionalmente la de custodiar y asilar a los "enfermos" que le eran enviados desde la sociedad. Y para vigilarlos, disciplinarlos y cuidarlos, dentro del manicomio, se creó la figura del "enfermero", "cuidador" o auxiliar psiquiátrico, una profesión intrínsecamente vinculada a la vieja praxis manicomial, por lo que aún se mantiene fuertemente impregnada de connotaciones represivas y regresivas.
La cuestión esta en ver si estos auxiliares pueden ir progresivamente abandonando sus viejas funciones y ocupaciones, y si su experiencia indudable en el trato con los enfermos, y sus familiares, pueden aprovecharla en beneficio de la curación, de la rehabilitación y de la reinserción de los pacientes, invirtiendo casi por completo el sentido dé su trabajo.
Se trataría de que las actividades de los enfermos adquiriesen una entidad terapéutica. Y así por ejemplo, dada la permanencia y la continuidad de su presencia en la vida cotidiana de los internados, y la atención que prestan a su cuidado corporal, los enfermos podrían asumir funciones de animadores socioterapéuticos y monitores de actividad, de movilización corporal, en la laborterapia y de mediadores y traductores en las asambleas, en las reuniones de grupo, en las entrevistas familiares, etc. Para que esto fuese posible, tendría que mejorar la calidad de las relaciones entre enfermería, propiciando reuniones conjuntas en las que los auxiliares puedan opinar libremente y participar en la discusión de las estrategias terapéuticas desculpabilizandolos del saber que poseen pero que a menudo no se atreven a exponer en el marco de unas relaciones excesivamente jerarquizados. Es decir, seria preciso trabajar en equipo.
En esa época fue posible que los auxiliares psiquiátricos formásemos parte de estos equipos.
La psiquiatría comunitaria implica necesariamente el progresivo desplazamiento del eje de la asistencia desde el manicomio a la comunidad, en donde emergen los problemas psiquiátricos y en donde, por tanto, estos pueden ser tratados de un modo mas satisfactorio e integrador. El enfoque de la asistencia es radicalmente opuesto al tradicional. En la práctica de una psiquiatría comunitaria, desarrollada y consolidada, el paciente recibe la atención terapéutica de un equipo multidisciplinario, preferentemente fuera del marco de la institución psiquiátrica en el marco social de su vida habitual, en el C.S.M., en u domicilio, en su lugar de trabajo en su barrio, en su pueblo, etc.. Esto significa que el equipo necesariamente ha de adoptar ante el paciente una actitud y una estrategia diferentes a las tradicionales, contando con él y con su activa colaboración, considerándolo como una persona a la que hay que comprender para poder ayudar, valorando y haciendo participar en cierto modo el contexto social del paciente en el esfuerzo terapéutico. Atender al paciente fuera del marco de la institución, en su medio habitual, significa hacerlo junto a sus familiares, vecinos, amigos, compañeros de trabajo, contando con los servicios sociales existentes en la comunidad, con médicos de cabecera, etc.. Se prescinde del tradicional aislamiento del enfermo y ante él es preciso renunciar a cualquier tipo de medida coercitiva.
La capacidad del auxiliar psiquiátrico para trabajar en la comunidad vendrá dada en la medida en que quiera desvincularse de la estructura manicomial, y pueda hacerlo, en que sepa desprenderse de sus hábitos de vigilante de enfermos y de cualquier actitud represiva o de desprecio diferenciador hacia el paciente, y en que pueda identificarse con él y con su situación en la realidad. No hay que olvidar que el auxiliar vive en la comunidad, integrado en ella, y que procede por lo general de la misma clase social que el paciente y tiene similar nivel cultural, lo que puede posibilitarle una mayor identificación. En este sentido puede tener mas ventajas que otros miembros del equipo.
En este año se inauguró el primer hospital psiquiátrico de día con carácter público de Catalunya en la torre de la Creu de Sant Joan de Espí. Si alguna persona tiene interés por este documento capa60@hotmail.es
Las funciones del auxiliar psiquiátrico integrado en un equipo terapéutico que trabaje en la comunidad no han de ser estrictamente delimitadas. Sus actividades serán definidas en cada momento por el equipo del que forma parte y dependiendo de sus capacidades y aptitudes, de su experiencia, de los conocimientos que pueda aportar al equipo, de su integración en el mismo, de la demanda social existente, de los objetivos, de las tareas y de las estrategias del equipo. Su intervención puede particularmente eficaz en la toma de contacte con los familiares y con los vecinos, en las visitas domiciliarias, en las intervenciones en crisis, en la reinserción y seguimientos de enfermos crónicos, etc.

Adjunto documentos en el lateral
Perspectiva profesional del Auxiliar psiquiátrico
Reuniones conjuntas Coordinadora de Auxiliares psiquiátricos y Ministerio de Sanidad
Análisis de la reforma administrativa
La reforma 79 - 80 que se dio en Málaga

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